Tener un hijo o un hermano con diversidad funcional o con capacidades diferentes es un reto para sus familias en muchas facetas de la vida. También en la asistencia sanitaria y la atención a su salud bucodental. No todos los hospitales y clínicas están adaptados y cuentan con personal preparado y formado para atender, como se merecen, a estas personas y sus familias.
En el caso del cuidado de la boca, los pacientes especiales suelen ser más propensos, por sus diferentes patologías y los efectos secundarios de la medicación, a las enfermedades periodontales y a las caries, en parte relacionadas con problemas para masticar y con las dificultades para mantener una buena higiene oral. En ocasiones, tiene problemas relacionados con la mala oclusión y la mandíbula, que facilita el bruxismo y el consiguiente dolor en la articulación y el desgaste de las piezas. Pero también es habitual la incontinencia salival, la boca seca o xerotomía, la halitosis o las enfermedades relacionadas con las encías y las derivadas de las caries.
En otros casos, faltan piezas dentales o sobran, lo que puede provocar la mala oclusión antes mencionada e incluso llegar a alterar el tamaño de la boca o la lengua o la alteración de la forma de la mandíbula. Por eso, es muy importante hacer un seguimiento periódico y constante de la salud dental de los pacientes especiales, y siempre recurrir a especialistas y clínicas que están preparados para una atención tan especial como ellos, como es el caso de la clínica de Ribera Dent Hospital Polusa, en el centro de Lugo.
Sonrisas, cariño, respeto, paciencia, amabilidad y un ambiente lúdico y distendido son factores clave para que estos pacientes confíen en el equipo dental que va a cuidar de su boca, ayudando con ellos a mejorar su calidad de vida. Hablar directamente a los pacientes en un tono normal, evitar la sobreprotección pero facilitar su tranquilidad y un entorno tranquilo son pautas que ayudan a un mejor abordaje de estos pacientes por parte de especialistas cualificados para ello.
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