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    EPOC, la dolencia respiratoria que hay detrás de estas siglas

    Dolores Corbacho, jefa de Neumología de Povisa, profundiza en la EPOC, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, cuyo principal causante es el tabaco.

    Para quien lo desconozca, ¿qué es la EPOC? ¿Es muy común?

    La EPOC o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es una dolencia respiratoria cuyos principales síntomas son la tos y el aumento de secreciones y disnea (dificultad respiratoria). Se asocian sobre todo al daño producido por consumo de tabaco.
    De evolución lenta, generalmente se hace evidente a partir de los 40-50 años de edad. Según el último estudio poblacional (EPI-SCAN II), la prevalencia de la enfermedad en la población española mayor de 40 años es del 12,4%. La EPOC es más frecuente en hombres que en mujeres, llegando hasta un 33% en hombres y 23% en mujeres una vez se alcanzan los 80 años. Es, por tanto, una de las enfermedades crónicas en adultos más frecuentes.

    ¿Cómo prevenirla? 

    Aunque existen factores genéticos que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad, la mejor manera de prevenir esta enfermedad crónica en evitando el consumo de tabaco. Es importante no olvidar el daño relacionado con el tabaquismo pasivo, sobre todo, en los grupos más vulnerables, como los niños, sometidos a la exposición domestica al humo del tabaco. Se recomienda igualmente evitar la exposición a otras sustancias contaminantes, a la combustión de biomasa (humo de lareiras) o la exposición a productos químicos. 

    ¿Qué complicaciones provoca la EPOC?

    Las complicaciones más frecuentes de la EPOC son las infecciones respiratorias y las agudizaciones de la enfermedad de base. Esto, ¿qué implica? Un deterioro sintomático que, en muchos de los casos, conlleva el empeoramiento definitivo de la clínica y una evolución desfavorable que requiere de mayor necesidad terapéutica (refuerzo de la medicación).
    Otras complicaciones importantes son el mayor riesgo de desarrollo de cáncer de pulmón, complicaciones cardiológicas y complicaciones relacionadas con el uso de determinados tratamientos empleados (neumonías, diabetes, glaucoma, retenciones urinarias…).
    Además, a esta enfermedad se asocian frecuentemente la ansiedad, la depresión o los trastornos del sueño. 

    Diagnóstico de EPOC

    El diagnóstico de la enfermedad se realiza en base a determinados datos clínicos del paciente, y a la exposición a tóxicos (básicamente tabaco) y determinaciones de la función pulmonar.
    Para ello, se realiza una espirometría con brocodilatación, en ocasiones  combinadas con otras pruebas funcionales que realizamos en las consultas de Neumología de Povisa: difusión y volúmenes pulmonares, el test de caminata de 6 minutos, la radiografía simple de tórax. En casos muy concreto, se realiza también la broncoscopia o Tac de tórax gasometría, los cultivos de esputo, etc.

    Tratamiento de la EPOC en Povisa

    El pilar fundamental del tratamiento de la EPOC consiste en la terapia inhalada, básicamente a base de broncodilatadores. Determinados niveles de EPOC precisarán de otras terapias como los corticoides inhalados, antibióticos, inhibidores de la fosfodiesterasa.
    Por otro lado, la rehabilitación respiratoria constituye un arma terapéutica no farmacológica de gran utilidad, aunque no se aplique a todos los enfermos.
    Existen casos en los que la cirugía puede aportar mejoras y, en casos más evolucionados, contamos con la oxigenoterapia y la ventilación mecánica no invasiva. 

    ¿Qué consejos básicos de salud debe seguir un paciente con EPOC diagnosticada?

    • Abandonar el tabaco es el paso fundamental.
    • A partir de ahí, debe seguir los controles médicos prescritos por el equipo de Neumología, según su gravedad, para los ajustes pertinentes en su tratamiento habitual.
    • Se evitará, en cualquier caso, el contacto con sustancias irritantes.
    • No debemos olvidar que podemos mantener un control precoz de las infecciones y la vacunación antigripal y antineumocócica.
    • Evitar el sobrepeso, realizando una correcta alimentación y ejercicio físico regularmente.
    • Se debe mantener siempre una buena hidratación.
    • Evitar temperaturas extremas. Se considera adecuada entre 19-21 grados en el domicilio, con una humedad ambiental en torno al 45%

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