La bioplastia facial, o lifting líquido, es un procedimiento estético mínimamente invasivo que consiste en realizar infiltraciones a niveles profundos de la piel con el objetivo de devolver el volumen perdido y proporcionar un aspecto más armonioso y estético ya que permite eliminar o atenuar las arrugas, disimular las cicatrices y corregir defectos de forma. Las sustancias infiltradas que más se emplean son el ácido hialurónico y la hidroxiapatita cálcica. La bioplastia facial se puede aplicar en:
- La nariz
- La mandíbula
- El mentón
- Los pómulos
- Los labios
¿Cómo se realiza?
Es una técnica con una duración variable en función de la zona tratada y que oscila entre los 40 y los 90 minutos. Requiere la aplicación de anestesia local. Una vez conseguido el efecto anestésico, el especialista comienza a realizar las infiltraciones del material o materiales seleccionados. Utiliza unas agujas muy finas que le permiten depositar dichos materiales en las zonas de elección que se encuentran bajo los músculos del rostro. Esto hace que las sustancias infiltradas no se puedan desplazar y que el resultado estético sea más natural.
Indicaciones
Es una técnica recomendada para mujeres y hombres de cualquier edad, si bien está especialmente indicada para mayores de 40 años, que deseen:
Aumentar el volumen en alguna zona de la cara
Realzar determinados rasgos faciales
Corregir asimetrías o defectos de forma
Rejuvenecer o restaurar el efecto del envejecimiento
Resultados
Los efectos de la bioplastia facial se observan desde la primera sesión y pueden llegar a durar hasta 12-18 meses. El equipo médico le informará del número de sesiones y periodicidad de las mismas para obtener los mejores resultados