¿Tu pareja ronca y a veces deja de respirar durante unos segundos? ¿Notas la garganta muy seca al despertarte y acusas una fatiga que no es normal tras suficientes horas de sueño? Entonces es posible que no solo ronques, sino que también estés experimentando apneas del sueño. Y llegado este punto, es muy necesario acudir a un especialista.
Tal y como explican los especialistas de la Unidad de Patología del sueño y la división dental del grupo sanitario Ribera, Ribera Dent, el síndrome de la apnea del sueño es una enfermedad que provoca pausas respiratorias mientras dormimos (apneas), y en ocasiones está relacionado con una disminución del volumen de la vía aérea superior, y que puede estar provocada por problemas en la mandíbula o el paladar. Suele asociarse a los ronquidos y puede producir cansancio, somnolencia y pérdida de atención durante el día y, en los casos más graves, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
No es cuestión de ser alarmistas, pero los efectos de la apnea del sueño sobre nuestra salud pueden llegar a ser muy perjudiciales. Y como el origen de este problema es muy variado, es importante visitar a un especialista lo antes posible. Las causas pueden encontrarse en una necesidad acuciante de pérdida de peso o en un problema en la mandíbula o el paladar y las soluciones pueden ser muy sencillas, como seguir una dieta o utilizar una férula por la noche, o algo más compleja, y requerir una intervención quirúrgica.
Qué hacemos si detectamos apenas
Tal y como hemos explicado, lo primero es acudir a un especialista, como los que trabajan en la Unidad de Patología del Sueño del grupo Ribera, formada por un equipo multidisciplinar en el que participan profesionales de Ribera Dent. Lo importante es que el centro al que se acuda realice los estudios necesarios para elegir el mejor tratamiento para el paciente, que, en ocasiones, como hemos explicado, requiere la participación de especialistas como neurofisiólogos, neumólogos, otorrinolaringólogos, odontólogos e incluso, cirujanos maxilofaciales.
Tras el estudio específico al paciente, se determina cuál es el tratamiento más adecuado para cada caso: pérdida de peso, uso de presión positiva continua de las vías respiratorias (CPAP, sus siglas en inglés), férulas de avance mandibular o, incluso, cirugía ortognática.
Las férulas de avance mandibular suelen emplearse en casos no graves, para aliviar las apneas y mejorar el ronquido. Permiten avanzar la mandíbula durante la noche y mejorar el paso del aire.
En otras ocasiones, el mejor tratamiento para la apnea es la cirugía ortognática porque es necesario llevar a cabo un avance del maxilar superior y de la mandíbula, para incrementar el volumen de la vía aérea. Esta cirugía puede realizarse sóla o en combinación con otras técnicas quirúrgicas que implican, por ejemplo, el avance del mentón (genioplastia), rino-septoplastia, resección parcial del paladar blando (úvulopalatoplastia) o el uso de radiofrecuencia palatina. Mediante estas técnicas se consigue mejorar las apneas en la mayoría de los pacientes, para que puedan dejar de usar la presión positiva continua de las vías respiratorias (CPAP).
Hoy en día, por ejemplo, es posible planificar en 3D el procedimiento, de forma que se puede medir el volumen de vía aérea del paciente en la actualidad, que sufre de apneas, y predecir cómo cambiará después de la cirugía.
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