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    Povisa solicita el preconcurso de acreedores

    La situación está provocada por el concierto con el SERGAS, que desde su entrada en vigor en 2014 ha generado unas pérdidas de 42 millones de euros

    Desde hace meses la dirección del hospital ha venido advirtiendo de la situación a la consellería de Sanidad y el SERGAS,  sin que se haya logrado alcanzar una solución

    Se abre un periodo de tres meses, en que se confía alcanzar un acuerdo que evite el concurso 

    Vigo, 28 de septiembre de 2018.- La dirección de Povisa ha informado hoy a los trabajadores del hospital que hoy mismo se ha visto obligada a presentar un preconcurso de acreedores.

    La situación de preconcurso se produce por las pérdidas acumuladas tras la puesta en marcha del último concierto con el Sergas, que se elevan a 5,5 millones de euros en 2015; 4,3 millones de euros en 2016; y 5,4 millones de euros en 2017, y el agravamiento de esta misma tendencia en los meses transcurridos de 2018.

    Tal y como se explica en un comunicado remitido hoy a los trabajadores, “hasta ahora Povisa ha podido hacer frente a esas cuantiosas pérdidas gracias al fondo de reserva con el que contaba la empresa debido a su actividad privada (no Sergas), y al hecho de no haber distribuido dividendos entre sus accionistas desde hace 25 años”. A finales de 2017, Povisa comunicó al Sergas que este fondo se agotaría antes de que finalizase 2018, y se le instó a buscar una solución urgente al desequilibro provocado por el concierto, pero no se ha podido llegar a esa solución y Povisa ha comenzado a retrasar pagos, entre ellos el de IRPF, y se ha visto abocada a solicitar el preconcurso. Tal y como se explica en el comunicado, el preconcurso, una figura prevista en la Ley Concursal, abre un periodo máximo de tres meses de negociación con el principal cliente de Povisa, el SERGAS, ya que la situación actual se debe “única y exclusivamente” a las interpretaciones que este hace del concierto vigente desde 2014.

    Un concierto altamente deficitario

    Las pérdidas atribuibles al concierto de Povisa con el Sergas se elevan, desde su entrada en vigor a día de hoy, a 42 millones de euros. Este fortísimo desequilibro, que ni siquiera la actividad privada del hospital puede compensar, tal como se refleja en las cuantiosas pérdidas globales de la sociedad en los últimos años, ha sido comunicado desde Povisa al Sergas en numerosas ocasiones, como la reunión que mantuvo la dirección del hospital con el conselleiro de Sanidad y la gerencia del SERGAS en enero de este año. Poco tiempo después, en marzo de 2018, el informe de auditoría correspondiente a 2017 advirtió que, debido al agotamiento inminente de las reservas, la continuidad de la empresa estaba comprometida a corto plazo, lo que fue comunicado al SERGAS por escrito el 27 de marzo.

    Adicionalmente, Povisa encargó este año un informe a expertos independientes, informe que concluye rotundamente que “las pérdidas registradas por la sociedad durante el periodo de análisis (2014-2017) han sido motivadas exclusivamente por las pérdidas registradas en la actividad del sector púbico”. Este informe, enviado también a la consellería de Sanidad y al SERGAS, dedica un apartado específico a analizar la eficiencia comparativa de Povisa frente a los hospitales públicos de Galicia, concluyendo que el gasto público medio por habitante atendido en función del concierto con Povisa es muy inferior, lo que descarta que las pérdidas puedan ser atribuibles a cualquier problema de eficiencia.

    El informe de los expertos fija en 30 millones de euros, a 31 de diciembre de 2017, las pérdidas derivadas del concierto desde su entrada en vigor en 2014, cifra a la que se suman los 9 millones acumulados desde finales del año pasado a día de hoy y 3 millones correspondientes a la detracción de tratamientos previos de los años 2014 al 2017. En total, 42 millones de euros.

     Interpretaciones al concierto tras su entrada en vigor en 2014

     El equipo del SERGAS que negoció y firmó el nuevo concierto con Povisa en 2014 fue relevado de su cargo poco después, dando paso a un nuevo equipo que a partir de ese momento comenzó a realizar unas interpretaciones del acuerdo enormemente lesivas para el hospital, y que habrían sido inimaginables para las personas que participaron en su negociación. Tal y como se ha explicado a los trabajadores, entre ellas podrían destacarse, por su enorme repercusión económica, las siguientes:

    • Déficit de entre cinco y seis millones de euros anuales sólo en concepto de medicación, porque el importe que el SERGAS destina al pago de medicación hospitalaria de dispensación ambulatoria no cubre el coste de los medicamentos dispensados por Povisa y autorizados por el SERGAS.  A estos 5/6 millones hay que añadir otros 5,4 millones de déficit derivados de la última interpretación adversa del SERGAS sobre el pago de medicamentos de Alto Impacto, surgidos con posterioridad a la firma del concierto. 
    • A pesar de que los resultados evidencian que la cápita es insuficiente, el SERGAS interpreta que a costa de esta cápita Povisa tiene que pagar (sobre todo a la EOXI de Vigo, pero no únicamente) actividades que nunca formaron parte de la cartera de servicios de Povisa y que nunca había tenido que abonar, argumentando que no están expresamente excluidas del concierto (aunque tampoco están expresamente incluidas).
    • Tras la entrada en vigor del actual concierto, el Sergas ha reducido progresivamente el envío de pacientes a Povisa en especialidades que tradicionalmente eran referencia (como quemados, litotricia o cirugía de la mano), hasta el punto que los ingresos por estos conceptos se han reducido en 1,5 millones de euros anuales respecto al concierto anterior.
    • Aunque el límite de población objetivo es de 139.000 pacientes, en realidad esta población se sitúa siempre por debajo (y con ella los ingresos percibidos por POVISA), debido al hecho de que a los pacientes solo se les permite darse de alta en el mes de noviembre (hasta el tope marcado y, en el caso de Vigo, solo cuando están asignados a algunos centros de salud), mientras que se les permiten darse de baja durante todo el año y sin posibilidad de que esas bajas se puedan compensar con los pacientes que, queriendo cambiarse a Povisa, se han quedado fuera.

    Periodo de negociación

    A pesar de la delicada situación, la dirección de Povisa confía en llegar a un acuerdo con el SERGAS que evite el concurso de acreedores y las consecuencias que eso tendría para trabajadores, pacientes, proveedores y, en definitiva, para el futuro del hospital. Povisa no pretende ganar un solo euro con la atención pública, que de hecho es altamente deficitaria para el hospital. En este momento se trata, incluso contando con los márgenes de la actividad privada, de lograr un equilibrio financiero que le permita continuar su actividad.