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Menopausia: emociones, deseo y la oportunidad de reconectar con una misma

Noticia publicada por El Diario de Ferrol

La menopausia es un proceso natural que antes o después llega a todas las mujeres. Es una transformación que no tiene por qué ser vivida desde una perspectiva negativa.

Este cambio que afecta al cuerpo, a la mente y a las emociones puede convertirse en una oportunidad, si se transita de la manera adecuada, para que la mujer aprenda a quererse más, a cuidar su mente y llegar a una mejor relación con ella misma.

En este periodo, el cuerpo de la mujer disminuye progresivamente la producción de estrógenos y progesterona. Estas hormonas, además de ser importantes para tener hijos, también regulan el humor, el sueño, la memoria y la libido. Cuando bajan, es habitual sentir irritación, ansiedad, tristeza, y tener problemas para concentrarse o para dormir. Muchas mujeres describen estos cambios como una montaña rusa emocional, donde les cuesta reconocerse.

Sin embargo, no todo se debe a las hormonas. La situación familiar y laboral, cómo la sociedad ve a las personas mayores y lo que la propia mujer piensa sobre envejecer también influyen mucho en cómo se vive esta etapa.

En culturas donde ser mayor se ve como algo positivo, con sabiduría y fuerza, la menopausia se vive con menos malestar que en aquellas en las que se idealiza la juventud. El cómo se vive esta etapa depende mucho del significado que cada mujer le dé.

Etapa de cambios

“En la menopausia puede ser normal que se sienta una mezcla de emociones: irritabilidad, ansiedad, nostalgia, tristeza, enfado, miedo o la sensación de pérdida. Emociones que son normales ante un cambio vital profundo. Es importante tenerlo en cuenta dado que, en ocasiones, a las mujeres les toca vivir la menopausia a la vez que otras transiciones vitales importantes”, explican los especialistas del departamento de Psicología del Hospital Ribera Juan Cardona.

“Puede coincidir con el momento en el que los hijos se van de casa, cuando tienen que cuidar a personas mayores, la aparición de problemas de salud o con ajustes en la relación de pareja”, señalan.

La pregunta clave en este momento sería: “¿Cómo quiere la mujer vivir esta nueva etapa?”

La psicoterapia, fundamentalmente las terapias cognitivo-conductuales y el mindfulness, pueden ayudar a disminuir la sintomatología ansiosa, los sofocos, o el insomnio. Esto favorece el bienestar emocional, y también las relaciones sociales. El enfoque psicológico, que nunca reemplaza lo médico, sino que lo apoya, es una parte fundamental para el cuidado integral de la mujer.

Cambios cerebrales y equilibrio emocional

La neurociencia nos ha mostrado que los cambios hormonales de esta etapa afectan a la serotonina y la dopamina. Estos neurotransmisores influyen en el bienestar, la motivación y la energía. Por eso, no es raro que las mujeres se sientan con menos ganas o más cansadas que antes. Estos síntomas no representan ninguna debilidad.

“Es importante buscar apoyo de un profesional en psicología y atención médica, que junto con hábitos saludables, pueden guiar en la recuperación de la estabilidad emocional y mejorar la calidad de vida significativamente”, señalan los expertos.

Sexualidad: un lenguaje que también cambia

Es muy necesario hablar de sexualidad durante la menopausia. Las fluctuaciones hormonales suelen provocar disminución del deseo sexual y sequedad vaginal, molestias o una reducción de la respuesta sexual, aunque esto no implica que el placer desaparezca. Puede convertirse en una etapa de sexualidad más tranquila y conectada con lo emocional.

La comunicación con la pareja, el sentido del humor y la curiosidad son grandes aliados. La falta de deseo no siempre responde a causas biológicas; a veces tiene más que ver con la rutina o con la falta de tiempo compartido.

“Liberadas de presiones y estereotipos, muchas mujeres redescubren su cuerpo y su forma de disfrutar, desde un lugar más consciente y auténtico. La menopausia no marca el final de la feminidad ni de la vida sexual.  Es un periodo donde redescubrirse, de reflexión y donde se puede alcanzar la madurez emocional. Aceptar los cambios, hablar sobre las inquietudes y pedir ayuda cuando es necesario son pasos claves para afrontar este período con plenitud y con serenidad”, destacan los psicólogos.

Acompañamiento profesional

El departamento de psicología del Hospital Ribera Juan Cardona trabaja desde una perspectiva integral, coordinado con especialistas de otras áreas como ginecólogos, nutricionistas y fisioterapeutas, con el propósito de ayudar a cada mujer a comprender lo que está viviendo, aliviar su malestar y promover su bienestar físico, emocional, y sexual.

Se ha demostrado que con la intervención psicológica adecuada se produce una mejoría en la gestión de la sintomatología, en las relaciones afectivas y en la calidad de vida en general de la mujer.

“La menopausia no debe de ser vivida desde el silencio y la resignación. Podemos hacer de ella un momento para hablar sobre lo que está sucediendo, cuidarte y reencontrarte contigo misma. No hay personas fuertes o débiles. Atreverse a mostrarse vulnerable también es un acto de valentía”, subrayan.

Recomendaciones del departamento de psicología

  1. Pide ayuda si la necesitas. No hay que atravesar esta etapa en soledad. Contar con apoyo psicológico puede marcar una gran diferencia.
  2. Habla sin tabúes. Compartir lo que sientes con otras mujeres, con tu pareja o con un profesional ayuda a normalizar los cambios.
  3. Cuida tu descanso. Mantén horarios regulares y crea un ambiente tranquilo antes de dormir.
  4. Muévete. La actividad física mejora el ánimo, la memoria y el sueño. No hace falta mucho: caminar, nadar o bailar puede ser suficiente.
  5. Revisa tus pensamientos. La manera en que interpretamos los síntomas influye en cómo los vivimos. Pensar de forma más amable con una misma ayuda mucho.
  6. No descuides tu vida sexual. La comunicación y la empatía son tan importantes como los aspectos físicos.
  7. Cultiva la calma. Practica respiración consciente, relajación o mindfulness para reducir la ansiedad.