Noticia publicada por El Diario de Ferrol
El 12 de mayo se celebra el Día Mundial de la Enfermería, una oportunidad para rendir homenaje a quienes hacen de la empatía, la entrega y el cuidado su forma de vida. Las enfermeras y enfermeros del Hospital Ribera Juan Cardona nos invitan hoy a conocer algunos detalles de su trabajo diario, compartiendo la emoción, el sacrificio y la satisfacción de una profesión que se vuelca en el cuidado de las personas. El testimonio de todos ellos nos recuerda que, en los momentos más difíciles, siempre hay unas manos profesionales, con corazón, dispuestas a acompañar.
Humanidad, compromiso y trabajo en equipo
En la UCI del hospital, donde cada decisión puede cambiar una vida, Laura Cobo Martínez cuida, escucha y acompaña. Con seis años de experiencia, tiene claro que «lo que más reconforta a un paciente es ser tratado como una persona, no como un diagnóstico». “Cada paciente llega con una historia, unos miedos, una familia… y nuestra labor es aliviar esa angustia», añade. Su presencia serena se convierte en un apoyo clave en los momentos más difíciles.
Compromiso, vocación y formación
Con 15 años de experiencia, Liliana Fernández, del servicio de Urgencias, reivindica el papel esencial y autónomo de la enfermería dentro del equipo sanitario. «No somos asistentes, somos profesionales formados y capacitados para tomar decisiones clave en la atención al paciente. Es una profesión preciosa, pero muy exigente. Requiere madurez, disponibilidad total y capacidad para afrontar situaciones difíciles, pero la satisfacción de acompañar y mejorar la vida de los pacientes es única e inmensa», dice a los que piensan en dedicarse a esta profesión.
La decisión de volver a una vocación que nunca se apaga
Desde el bloque quirúrgico, Olaia López, con 10 años de experiencia, es un ejemplo de compromiso con la profesión. Tras un paréntesis familiar, volvió al trabajo porque: «nada me llenaba tanto como cuidar. A veces es estresante y agotador, pero me siento plenamente realizada». Para ella, el cuidado va más allá de la técnica: «Es tener empatía y tratar a los pacientes como te gustaría que te trataran a ti». Valora la capacidad de las enfermeras para decidir en situaciones críticas y destaca lo que más le satisface: «Ver la mejora de un paciente o calmar a alguien que llega asustado».

La humanidad y vocación de cuidar
Amelia Ferreiro representa los valores esenciales de la enfermería: empatía, capacidad de decisión y trabajo en equipo. «Ponerse en el lugar del paciente es clave para ofrecer cuidados de calidad», afirma desde el servicio de hospitalización. Sus 23 años de experiencia le han enseñado a adaptarse y actuar en situaciones cambiantes, siempre respaldada por un equipo comprometido. Además, compartir esta vocación con mi pareja, también enfermero, da aún más sentido a mi trabajo». Entre sus recuerdos más especiales guarda uno muy personal: «Que mis compañeros me eligieran mejor compañera del año es algo que siempre recordaré con cariño».
Un sueño de infancia hecho realidad
«Estuve hospitalizada varias veces y admiraba cómo las enfermeras me cuidaban. Su forma de tratarme me inspiró», recuerda Elisa Carina Lago. Lleva tres años trabajando y defiende que «la enfermería transforma vidas no solo físicamente, sino también en lo emocional y social, acompañando siempre a las familias». Valora, además, los avances del sector: «La tecnología y la formación han hecho los cuidados más seguros y cercanos. Estamos junto al paciente las 24 horas». Aun en los momentos más duros, mantiene su entrega: «Nuestro deber es acompañar y asegurarnos de que nadie se sienta solo».
Vocación de cuidar siempre
«Cuando jugábamos y alguien se hacía daño, yo siempre era el primero en ayudar. Supe desde entonces que quería dedicarme al cuidado de las personas». Con 18 años de experiencia, Antón Ríos afirma sentirse «plenamente realizado ayudando a los pacientes a recuperar su calidad de vida y acompañando también a sus familiares».
«Hemos mejorado mucho en técnicas, materiales y conocimientos, pero también en nuestra capacidad de ofrecer un cuidado integral y humanizado». De su carrera destaca un recuerdo imborrable: «Una paciente en situación sociosanitaria muy grave, que parecía abocada a permanecer institucionalizada, pudo volver a su hogar gracias a la insistencia, los cuidados y el trabajo en equipo de todo el personal sanitario. Verla volver a su casa fue una experiencia inolvidable».

El desafío de cuidar y liderar en tiempos de pandemia
Sara Fernández, enfermera de hemodiálisis recuerda como su mayor reto fue «organizar un centro sociosanitario durante la pandemia». Sobre la valoración social de la enfermería tras ese periodo, es clara: «Al principio sí se valoró nuestra labor, pero la figura de la enfermera no ha conseguido mantenerse visible». En su día a día, destaca la importancia del vínculo con el paciente: «La confianza entre paciente y enfermera es fundamental; solo así se pueden personalizar los cuidados y mejorar su calidad de vida».
Dedicación y empatía
Sandra Terán, que trabaja en la consulta de seguimiento al paciente postquirúrgico, ha aprendido a afrontar la parte emocional del cuidado «con delicadeza y dedicación». “Lo esencial es tratar al paciente de forma integral, empatizar y valorar cada situación de forma individual». Según su experiencia, lo que más valoran los pacientes es «la atención cercana, el tiempo que se les dedica y la comunicación, que les hace sentirse acompañados y seguros». Su vocación se hizo más fuerte tras una dura experiencia personal: «La pérdida de mi madre fue lo más difícil que viví, pero también lo que me llevó a querer ayudar a otros desde dentro del sistema sanitario».
Estas nueve experiencias son un reflejo sincero de lo que significa ser enfermera o enfermero: cuidar con entrega, escuchar con paciencia y acompañar en los momentos más difíciles. Detrás de cada uniforme hay una persona que dedica su día a aliviar el dolor y ofrecer consuelo.
Desde el Hospital Ribera Juan Cardona quieren dar las gracias a todas y todos los profesionales de enfermería que atienden con dedicación y empatía a todos sus pacientes.